Hoy cumplimos 10 meses de vida y lo hacemos con una buena noticia, en estos días alcanzamos 5.000 amigos en nuestro perfil de facebook, algo que nos impulsa a seguir con nuestro trabajo diario. Para celebrarlo, que mejor manera que seguir construyendo esta red de conocimiento que nos está dando tantas satisfacciones a nosotros y a nuestros usuarios.
La semana pasada tuve la oportunidad de iniciarme en el Método DeRose y voy a aprovechar la ocasión para contarles mi experiencia
El Método DeRose es una propuesta que desenvuelve alta performance profesional y deportiva. Se trata de una propuesta de reeducación comportamental con énfasis en buena calidad de vida, buenas maneras, buenas relaciones humanas, buena cultura, buena alimentación y buena forma que ayudan a mejorar la vida y conducen a un mayor rendimiento en el trabajo, en el deporte y en la vida.
El objetivo principal del Método DeRose es el de lograr un bienestar personal, mayor conciencia y autoconocimiento. Aquellos que regularmente practican “DeRose Method” desarrollan fuerza, flexibilidad y unos niveles renovados de energía y vitalidad, mientras que la calidad de vida mejora en rasgos generales.
En el primer día de práctica, donde recibí las clases me sentí extraordinariamente feliz. Estaba a punto de embarcarse en una semana de aprendizaje y bienestar llamada Método DeRose, una disciplina que pretende lograr una mejor calidad de vida y conseguir que nuestro cuerpo esté tonificado y en forma.
Esta gigantesca tarea se puede conseguir mediante un programa de técnicas de respiración, posiciones físicas, técnicas de concentración y meditación sistematizadas por el Comendador DeRose. Se basa en técnicas muy antiguas, pero el método en sí ha llegado por primera vez a Europa y parece que lo ha hecho para quedarse.
Su obra principal es el Tratado de Yôga: Yôga Shástra, que cuenta con más de 2000 técnicas corporales (con sus fotografías), 58 ejercicios respiratorios, 32 mantras, 27 kriyās, 52 ejercicios de concentración y meditación y 108 mudrás con sus ilustraciones.
En el primer día de clase, observo como los practicantes e instructores se saludan afectuosamente. Me siento como en mi propia casa. Al segundo día, los compañeros me acogieron como a un viejo amigo.
Mi primer paso es unirse a una clase de principiantes, que se centra en la respiración, posiciones y relajación. Cada mañana, cuando nos adentramos en la materia, el primer paso es trabajar sobre la respiración ya que es esencial para la práctica de este método
El siguiente paso en las clases implica secuencias de posiciones que desafían y mejorar nuestro equilibrio y flexibilidad. Los que hacen yoga de manera regular reconocen algunas de las posiciones, como el método incorpora una práctica de Yôga de características naturalista y no espiritual llamado Swásthya. Pero, deseosos de evitar los prejuicios, la escuela quiere desvincularse de la palabra Yôga y las clases ciertamente se sienten muy diferentes.
En lugar de llamar a las posiciones por su nombre, el instructor nos guía en cada movimiento para indicarnos como tenemos que mover cada una de las partes de nuestro cuerpo para alcanzar la posición deseada, así que nunca sentí miedo por quedarme atrás o por no estar seguro de qué hacer. Nuestro instructor señala que el flujo es como una danza, y el objetivo es ser finalmente capaces de realizar los movimientos en una secuencia coreográfica. Aunque el movimiento es tranquilo las posiciones requieren energía y concentración. En mi primer día me siento rígido y fuera de balance, pero en mi segunda consigo ponerme en una posición de puente, por primera vez en mi vida.
Al parecer, lo único que necesitaba era una clase en la que trabajara para estirar y abrir mis hombros estrechos. Es un trabajo difícil para los principiantes, así que durante mi semana de prueba me aconsejó que no insistiera en venir todos los días. Me encantaría tener el viernes libre y sentirme lo suficientemente virtuoso después de cuatro días de trabajo. Y en realidad he de confesar que no me sentí cansado ninguna después de realizar las sesiones. De hecho, después de cada clase mis niveles de energía aumentaron en el trabajo y me sentía ligero y fortalecido. La relajación guiada al final de las clases te ayuda a relajarte, pero en lugar de quedarme dormido, día a día me sentí más concentrado y con grandes ánimos de volver.
Cuando uno de mis compañeros participantes me comenta que es psicoterapeuta y ha recomendado el Método DeRose a sus clientes, no me sorprende. El ambiente es lo suficientemente relajado para que cada uno pueda llevar su propio ritmo y aprender a su gusto.
Pero si uno está interesado, el método está diseñado para ser algo más que una clase. Una vez acostumbrados a los conceptos básicos, los miembros pueden asistir a un entrenamiento de meditación una vez por semana y los cursos avanzados sobre posiciones y sesiones de coreografía que se centran en la vinculación de los movimientos.
Dwayne
¡Hola!
Felicitaciónes por los 5000 fans en facebook en tan poco tiempo. Un gran logro.
Me alegra mucho que hayas disfrutado de tu clase de Método DeRose, veo que fue una experiencia super positiva. Me tomo la libertad de hacer una aclaración.
Este método no fue inspirado ni toma técnicas del Pilates.
Tal vez hayas encontrado similitudes pero probablemente se deban a esa raiz común en aquellas técnicas antiquísimas en las que el Método DeRose se basa.
Cabe aclarar también, en una intento de entusiasmar al lector curioso :-), que la parte técnica que se describe en este artículo es sólo una pequeña porción de lo que es este método propone. Se trata verdaderamente de una propuesta cultural.
En relación a su novedad te interesará saber que este método está presente en Europa desde hace decadas e incluso su nombe se originó en Paris hace algún tiempo
Hay escuelas en Portugal, Francia, España, Italia e Inglaterra.
¡Tendrán muchas escuelas para conocer!